martes, 9 de junio de 2009

AL FINAL


Nada. Vacío y un poco de humo. Silencio. Eco de palabras que nunca dijimos. Tic-tac. Minutos que arrastran minutos. Segundos que preceden lustros. La espera. Asesinar cada momento para que no sea el último, para dejar paso al final y que todo acabe, sin un nuevo comienzo. Solo cenizas de lo que no volverá a ser mientras pienso en recalentar lo que juré no volver a comer. Y te alejas y me pierdo y me juras que te duele, y que no vuelvo, y trato de convencerte de que esto no es pasajero, y no lo consigo. Luchamos por apurar el último sorbo de esta copa que nadie nos invitó, lamemos los restos de lo que tal vez ya terminó preguntando en silencio si volveremos a sentir de nuevo ese sabor, recordando con nostalgia aquel primer sorbo al son de una canción que ya no sonará igual, y sonreímos con apatía y desgana ante el inevitable hasta luego que trata de convertirse en un adiós, concepto que enfrento con uñas y dientes a veces sin éxito, logrando herirme solo a mi, mientras acepto que los sueños se terminan y que pronto me va a tocar despertarme, y esta evidencia amarga los dulces que me regalas para intentar compensar tus palabras. Se está apagando sin pena ni gloria este brillo de mercadillo que traté de convertir en algo mío mientras mis manos ya no son capaces de recrear un solo sentimiento.

lunes, 8 de junio de 2009

Un paseo por las nubes

Fin de semana, fin de trayecto. Extraño, no podía ser para menos. He tenido reencuentros tan inesperados como sus consecuencias y viajes tan sin sentido como yo. Por suerte, he estado rodeada de la gente que más quiero y que más voy a echar de menos, lo cual justifica todo lo demás. Estos días se me escapan de las manos. Me cuesta aceptar que a ciertas personas tal vez no vuelva a verlas, o que ciertas cosas no las vuelva a hacer. Pero eso no quita que lo esté viviendo a todo gas, así sea sin dormir en 24 horas o paseando por las nubes. No importa que mis labios sigan sin probar los suyos o que las termas fueran una decepción, porque mis labios ya han besado a quien debían, han dicho la verdad y pedido perdón, y en lugar de bañarnos en las termas nos dimos un paseo por unas nubes esponjosas y a nuestra altura. No voy a hacer una crónica de todo lo que he hecho o dejado de hacer. Los lectores de este blog o les interesa saber que llego el martes al mediodía a barajas o han vivido conmigo este fin de semana, así que no tendría sentido. Ya haré memoria cuando todo esté más lejano, cuando me sienta inspirada o las fotos no sean suficientes para recordar las sensaciones. De momento voy a tratar de seguir viviendo lo que me quede aquí, así sea dando vueltas en un coche o encerrada en un bar.

























miércoles, 3 de junio de 2009

DEMASIADAS DESPEDIDAS SON PERJUDICIALES PARA LA SALUD

Hoy estoy celebrando dos despedidas, y para estar celebrando, son las 12 de la noche y estoy en mi casa escribiendo con cara de muerto, sin alcohol en las venas y sin siquiera lágrimas. Esta mañana, con la entrega de mi último trabajo di por finalizada mi carrera (sé que aún no tengo el titulo, pero para mi ya he acabado). Sé que estaba deseándolo, pero aún así ahora siento cierta nostalgia, y recuerdo aquella primera semana, la ilusión cuando aún no sabía como era realmente el trabajo social profesional, la gente buena y mala que conocí, la vida de estudiante, las jarras, las noches sin principio ni fin, aquella casita debajo de las cervezas Alhambra… Y hace 15 minutos he despedido a Ibon, el vaskito al que conocimos demasiado tarde y del que nos encariñamos demasiado rápido. Con él hemos vivido momentos tan importantes como la noche de los punkis que bailaban vallenato o aquella tan loca en el karaoke. Y de repente, adiós vasquito, cuídate, nos volveremos a ver. ¿Sí? Debería ser así, vamos a vivir en el mismo país… Pero igualmente, en menos de lo que dura un parpadeo se ha evaporado, dejando atrás solo él sabe cuantos recuerdos, momentos, personas… En un instante, adiós, game over. No es tanta la tristeza por la despedida, pues sé que no es definitiva. Es la sensación de no poder controlar el tiempo, y la necesidad insana de lograrlo. Poder moverlo adelante o atrás según mis necesidades o mis caprichos, poder detenerlo y hacerlo correr. Pero creo que más que eso, me gustaría poder estirarlo. La vida es tan corta pero tiene tanto para vivir… Sé que es redundante, pero yo sé lo que me digo. He vivido 20 años hasta ahora; puede que mañana me atropelle un carro o que muera a los 90 años dormida en mi cama. En ambos casos, creo que el tiempo no me alcanzaría. Hay demasiados libros que nunca voy a leer, canciones que no podré escuchar, países en los que no viviré ni visitaré, personas que no voy a conocer, sentimientos que no voy a experimentar, sabores que no voy a probar…Demasiadas experiencias y sensaciones para una sola vida humana. Y me angustia esta evidencia, aunque sepa que si no fuera así las cosas que si puedo vivir no serían tan intensas. No me importa, quiero poder vivir mucho pero también intensamente, y al parecer hay que elegir y no es justo, no lo es. Quisiera poder estar aquí y allí a la vez, que pasado, presente y futuro se pudieran fundir. Y estoy aquí y ahora, gastando valiosos segundos en estas divagaciones sin sentido ni finalidad. Y el tiempo sigue corriendo, creando y destruyendo, controlándonos y haciéndonos creer que somos nosotros quienes lo controlamos.



Detener el tiempo- Nacho Vegas

De pequeño frente a un calendario pregunté:
"En diciembre, el 31, ¿se acabará el mundo?"
Todos se rieron, yo no sabía por qué.
"Algo más”, oí, “nos queda un poco más".

No me convenció y fui hasta el reloj de la pared.
Si no le doy cuerda, entiendo, lograré parar el tiempo.
Se lo comenté a mi hermano y, él mirándome,
"¿para qué?" me dijo, "¿para qué?".

Por primera vez sentía el miedo de verdad
y aún entonces ya sabía que no me abandonaría.
Y soñé con una multitud siguiéndome
que me gritaba "El tiempo no se puede detener".

Un buen día un carro se detuvo junto a mí,
conducían camaleones de los que ponían canciones
y con ellas decidí que iba a ser capaz
de disponer de toda la eternidad.

Y crecí tratando en vano de desentrañar
todo lo que el miedo esconde
y yo me hundía en el "Blonde On Blonde"
haciendo que los días me duraran mucho más,
mucho más, lo juro, mucho más.

Y aunque el miedo se volviera a manifestar
para entonces ya sabía que no me abandonaría,
y entre libros y canciones un día pensé
que tal vez el tiempo se podría detener.

Ahora escribo mis canciones y me refugio en,
unas veces, cosas puras y, otras, las drogas más duras.
Sé que no es perfecto pero hoy sí puedo afirmar
que queda más, que queda mucho, mucho más.

Tan presente como el miedo se hizo la verdad
y ahora que los tengo enfrente sé que seguirán ahí siempre.
Y aunque sigan multitudes persiguiéndome,
ahora sé que el tiempo se puede detener,
ahora sé que el tiempo se puede detener…

http://www.youtube.com/watch?v=BO4ZG45Gh-A

lunes, 1 de junio de 2009

Variedades

Tengo muchas cosas que contar y ninguna, asi que resumiré diciendo que este finde lo he pasado casi entero con Tami, Andrés, Marco, Shirley y demás transehuntes de mi vida a los cuales quiero mucho, y eso es lo importante, así que no voy a describir las cosas que hicimos, solo señalar que el viernes fuimos con Angela a Chapinero y acabamos en un bar llamado Blossom que me encantó.

Ya está el video de mi cuento, Carmen sin Olé:http://www.youtube.com/watch?v=7igUbTeTq8g El final de Cophenague no está, pero lo podeis leer más abajo.

Puedo decir tambien que a veces las cosas se complican sin razón ni sentido, y que aunque duela, hay que ser fiel a uno mismo.

Por último, os dejo con el poema que hoy me ha roto la tarde al saber expresar lo que yo no puedo.

AUSENCIA

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Borges



Un besito a todos, cuando recupere mi camara y mis ganas de escribir actualizaré