domingo, 19 de abril de 2009

Domingo bastardo

Hola amigos de la madre patria!

¿Cómo van las cosas por aquel lado del mundo? En este bien, no me quejo demasiado, aunque todo se puede mejorar claro. Así que solo os voy a contar las cosas más interesantes o divertidas, que tampoco es mi intención aburrir a nadie.

Las fotos con los niños son del jueves, que me pasé el día jugando con ellos y me llevé hilos, semillas, cuentas… y se hicieron como cuarenta mil pulseras cada uno, para ellos, para la mamá, el papá, el hermano… Ese día me lo pasé muy bien con los enanos, la verdad es que los voy a echar mucho de menos.

Ese mismo día estuve estudiando en Bardo, porque como en mi casa no hay silla ni mesa, si no que es todo en plan cojines y a nivel de suelo, mi espalda ya estaba un poco maltratada, y la verdad es que se estudia bien en los bares, pero una se siente un poco como un bicho raro sin una cerveza en la mano y tan juiciosa (responsable) allí.

El viernes no tuvo nada demasiado especial, excepto que hablé con Victor un buen rato por teléfono y eso siempre viene bien, y que fui a Lourdes a ver a los cuenteros de allí que son muy buenos; pero por lo demás nada del otro mundo, me acosté muy temprano harta ya de esa semana.

Pero ayer…ay ayer, qué sábado! Por la tarde llamé a Ingrid, nuestra vecina y okupa preferida, y le propuse irnos por ahí de rumba de chicas. No pasaron ni 10 minutos y ya estaba en mi casa para jugar a las barbies conmigo, y no mucho más tarde de las 6.30 salimos con Andrés hacia Bardo. Allí hubo un espectáculo de pantomima clásica de un peruano, así que nos quedamos a verlo, y después estuvimos convenciendo a Shirley para que se viniera que nosotras, y cuando lo conseguimos nos fuimos a la finca, un antro de salsa, reaguetton, ballenato y lo que se tercie, donde habíamos quedado con Cherrie y Catherine, las inglesas, y empezamos a tomar chicha (una bebida echa con maiz fermentado) en Totuma, esos cosos grandotes con un liquido amarillo, y papa criolla con chorizo y arepa, vamos, muy colombianas. Después, tras ir a un bar al lado de bardo escondidas para que los de allí no nos vieran, acabamos en un chucito que se llama “la tienda de Ceci”, que es muy barato y tiene rokola y todo, bebiendo aguardiente antioqueño y cerveza. Por último, como era de esperar, fuimos a Bardo, y alli nos quedamos como hasta las 4 de la mañana bailando una extraña mezcla entre ballenato, Alaska y otras cuantas incoherencias divertidas más de la mano de José Cuervo.

La verdad, fue una gran noche, de esas que hacen que los eche de menos sin haberme ido todavía. Aún así a ustedes los españoles también los echo mucho de menos, y poco a poco voy decidiendo que si, que en junio voy a volver, aunque solo sea para haceros una visita, por mucho que me gustara que los que vinierais a visitarme a mi fuerais vosotros. Un beso muy grande, brindaré a vuestra salud.

P.D. En otro orden de cosas, mañana supuestamente vienen a arreglarme Internet, aunque que nadie se ilusione, que yo ya no me creo nada.









sábado, 11 de abril de 2009

Semana santa a la colombiana

Hola semanasanteros!

¿Cómo han ido esas procesiones? Yo no he visto ni una sola! Eso si, me lo he pasado bien. El jueves por la tarde me fui con Andrés e Ingrid(una amiga de él muy maja) a Mesitas del colegio, un pueblo muy bonito como a hora y media de Bogotá donde tiene el tio de Andrés una casa, y como había fiesta en el pueblo por ser jueves santo estuvimos bebiendo de bares y luego nos fuimos a la casa y estuvo bien hasta que quisieron que yo bailara. Lo mejor es que la casa era como un ranchito en mitad del campo, y por la noche Ingrid metió el coche en una zanja y ayer nos pasamos desde las 11 hasta las 3 sacándolo de allí con ayuda de un vecino colgao, nos lo pasamos muy bien asi sacando el coche y llenos de barro, y al final lo sacamos gracias a mi, porque cuando ya estabamos desesperados nos fuimos a la carretera y convencí a unos chavalines que tenían una camioneta de que nos ayudaran. Luego como ellos se querían quedar allí un día más y yo ya estaba harta de pueblo cogi un bus que era un cuatro latas y me vine yo sola a Bogotá. Como a las 8 llegue a Bardo llena de barro, y allí me recibieron con un cocktail de vino, canela, ron, tequila y aguardiente, asi que allí me quedé con Marco y mis nenas chismoseando, cantando y riendo.

No me puedo creer que me quede solo esta noche y mañana de vacaciones, se me ha pasado volando esta semana y lo peor es que no he hecho nada prácticamente.

Os echo de menos, y espero que por allí estéis bien, supuestamente el lunes o el martes ya tendré Internet y podremos hablar más. Un besito

M

















martes, 7 de abril de 2009

Ay Macarena

Hola a todos!

Como podréis comprobar sigo sin internet, pero espero que eso se arregle pronto. Por eso estoy en un ciber escribiendo esto, porque como yo os echo de menos espero que vosotros a mi también. Últimamente ha sido un caos, pero un caos a lo bien, bacano diría yo (si no os gustan las expresiones colombianas, ajo y agua)

Me mudé, lo primero de todo. Ahora vivo en la macarena, el barrio más bohemio (pero eso si, bohemio con plata) de la ciudad, con un fotógrafo muy muy chévere; aparte de que es un gran artista es un gran tipo. Se llama Andrés y hemos decidido que ahora somos primos, así que no os preocupéis por esta culicagada (niña) que ya tiene quien la cuide. Para los que quieran ver sus fotos (aunque no lo parezcan son fotos) este es su flickr: www.flickr.com/people/andresmurillo

Pero evidentemente no solo Andrés me cuida. Yo no sé que sería de mi en esta vida y en esta ciudad sin Shirley y Marco (para los que no recuerden, son los dueños de Bardo). Realmente son las dos personas más bonitas que he conocido en este viaje. No solo me han ayudado a buscar casa, hacer la mudanza, comprar las cosas e incluso me han prestado una cama, si no que también se preocupan de que esté bien en todos los sentidos, de que coma, de que estudie, de que me divierta, de que conozca a gente increíble… Y me escuchan y me cuentan, y siempre están ahí para ayudarte o emborracharte según sea preciso. A ellos dos, mil gracias.

Otra cosa interesante es que el viernes conté un cuento en la universidad pedagógica delante de unas cien personas, y aunque me pudieron los nervios, creo que con suficientes ensayos puedo llegar a hacerlo bien. Ese día me grabaré y os lo enviaré.

Y otro asunto muy importante es que he cumplido dos de mis sueños más bobos y antiguos: me compré unas botas militares de punta de acero por diez lucas (unos 4 euros) y me he subido al coche de Efraim, el padre de Tannia. Es un Chevrolet azul turquesa del 58, y es que el tipo se dedica a comprar y restaurar carros antiguos, y él y sus amigos manejan unas obras de arte con ruedas que se me cae la baba.

Por lo demás bien, intentando buscar algún viajecillo barato, que aunque no me pueda permitir ir al amazonas o el caribe, y aunque Marquito me dejara tirada con el Tolima, algo se tiene que poder hacer.

Por último, que nadie piense que por que esto me encante y siempre ande diciendo que no me quiero ir, no os echo de menos y pienso en vosotros. Claro que lo hago, y mucho.

Espero que por allí estéis muy bien, y que veáis muchas procesiones por mi, que yo este año me libro.

Un beso y abrazo enormes.